viernes, 31 de enero de 2014

Defensa de la alegría




Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defenderla alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
           y también de la alegría.

Mario Benedetti, en Los espejos las sombras

4 comentarios:

  1. Gracias a ti porque siempre es bien recibida!!

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  2. Algo así no pasa desapercibido... palabras de sabio.

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    1. Ya ves, es el misterio de las palabras bien colocadas, son capaces de atravesar el tiempo, de acercarnos y de cobrar vida para hacernos si no más felices un poco más conscientes de nuestra fuerza. Ánimo, valiente!

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